PRÓLOGO:
Las perversas acciones, y los sacrilegios atentados de los PP. de la Compañía, que se han verificado desde su erección hasta estos tiempos, han perturbado la paz, y quietud de las Monarquias. Sus perniciosos escritos llenos de máximas erróneas, su perversa Moral, y relajadas opiniones, enseñadas ya por escrito, ya en los Pulpitos, y Tribunales de Penitencia, han horrorizado hasta a las personas menos piadosas, y de conciencia más libre, y conmovido la Iglesia Cathólica, obligando no solo a los Obispos, sino a la santa Sede, á fulminar conta ellos las más terribles censuras.